¿Fotografiar desde Hide o salir de «Caza» fotográfica?
En el artículo de hoy, os traemos algunas de las opciones que utilizamos a la hora de fotografiar fauna salvaje. Se trata de el «hide» o escondite y la «caza fotográfica».
Antes de nada, y lo más importante a la hora de fotografiar fauna, es que nunca y bajo ningún concepto, debemos poner en peligro ni a los animales, ni nuestra integridad física.
Debemos prestar especial atención a la época del año en que nos encontremos, observando si se trata de época de celo, época de cría, anidamiento, etc. y, SIEMPRE, mantener un respeto máximo por los animales y su entorno, sin llegar a molestarlos.
Recuerda: PRIMERO EL ANIMAL, LUEGO LA FOTO.
CAZA FOTOGRÁFICA:
«Se entiende por CAZAR, al hecho de capturar una pieza usando los medios disponibles». En nuestro caso, como fotógrafos de naturaleza, cazaremos nuestra «presa/imagen» usando el material del que dispongamos y nuestro cuerpo con PACIENCIA, ASTUCIA, ESTRATEGIA, CONOCIMIENTO DEL TERRENO, OYENDO Y OBSERVANDO EL ENTORNO
Para alcanzar nuestro objetivo, una de las técnicas que usaremos es el «ACECHO» , en este caso mediante un escondite o «hide» (comprado, fabricado o adaptando uno a tal fin) y la otra, el «RECECHO», esta última, es la que se conoce como «caza fotográfica», aunque las dos tengan el mismo fin.
RECECHO O A LA AVENTURA:
El rececho, o como hemos dicho antes, es la que denominaremos como «caza fotográfica» o «ir a la caza». En esta modalidad, nos encargaremos de recorrer un terreno o zona, en la que sabemos (o no) que hay cierto tipo de fauna y nos encargaremos de ir buscando, mediante rastros o sin ellos, nuestro ansiado premio. Es una modalidad más activa, en la que es recomendable estar en un estado de forma medianamente decente para poder soportar las caminatas y desniveles que nos depare el terreno.
Personalmente, es una modalidad que uso bastante, debido a que compagino la actividad física (senderismo/hiking), y que compagino con la búsqueda de nuevas localizaciones y ubicación de ciertas especies para futuras visitas más planificadas.
En mi caso, este tipo de salidas, no invierto mucho en planificar, me gusta ir más a la aventura a ver que encuentro, aunque si es cierto, que previamente estudio las posibles especies que puedo encontrar.
Otra ventaja que le veo es, que al no tener que montar ningún hide, requiere menos tiempo, con lo que, si dispones de 2-3 horas un día, puedes salir de «caza». Eso sí, recuerda llevar un mínimo de accesorios, agua, incluso algo de comida (dependiendo la hora a la que vayas).
Los días que opto por esta modalidad, suelo llevar el equipo «ligero», a veces incluso sin trípode. En este caso, mi SONY A6600, en la que monto un SONY 70-350.
Como complemento, puedo llevar o no, depende del tiempo que vaya a invertir, unos tubos de extensión para usar en macro.
A todo esto, hay que añadir que los animales son impredecibles, puede ser que salgas un día y no te traigas nada, o que otro día te encuentras con una familia de águilas calzadas. Eso es lo maravilloso de la Madre Naturaleza, que puede obsequiarnos con regalos inolvidables.
ACECHO O DESDE HIDE:
Acecho o espera, preferiblemente desde un Hide o escondite. Esta modalidad consiste en esperar al animal desde un lugar concreto. Aquí podemos decidir si recurrimos a empresas que dispones de hides o de pago, o fabricarnos uno propio. Cada una de estas opciones, tienes sus pros y sus contras que analizaremos en próximos posts.
Hoy vamos a tratar sobre algo más genérico y es, el proceso que hay hasta poder conseguir nuestro premio, la foto de ese animal que andas buscando.
Esta modalidad, suele llevar un gran trabajo de planificación, incluso trabajo de campo, conocimiento de la especie, conocimiento del terreno y sobre todo, mucha, mucha paciencia.
Supongamos que te has decidido por fabricarte tu propio hide, has descubierto o estudiado una especie que quieres fotografiar (llevas tiempo observándola, conoces sus costumbres, sus hábitos, conoces el terreno y sabes donde ubicarte; ¡PERFECTO!, has hecho los deberes, has podido completar bien el trabajo de campo, has montado un comedero o bebedero, etc. Llega el momento de la verdad!. Lo recomendable, es haber dejado el hide en la ubicación elegida durante cierto tiempo para que los animales se acostumbren a él y lo vean como parte del entorno. Otra recomendación es, que a la hora de entrar en el hide, y depende la especie que haya elegido, es entrar cuando aún no ha amanecido, para que no te vean; y dejarlo, cuando anochece (por el mismo motivo). Una vez estás dentro, llegó el momento de armarse de paciencia, puesto que puedes estar allí mucho tiempo, recuerda que los animales son impredecibles, y puedes pasar 14 horas allí metido y no traerte nada a casa o al cabo de las 4 horas, darte por satisfecho. Así que PACIENCIA.
Si optamos por esta técnica de ocultación y espera, al no tener que estar en constante movimiento, sí que es indispensable el uso de trípode, puesto que vas a estar mucho tiempo en el mismo sitio. Es recomendable que estés cómodo, así que, esmérate en su construcción.
Usa tu «artillería pesada», en mi caso, si optara por esta modalidad, lo tengo claro, mi SIGMA 150-600MM (por supuesto, habiéndome colocado a la distancia correcta, claro está), montado con el adaptador SIGMA MC-11 y anclado en una rótula de balancín para tener toda la movilidad horizontal-vertical posible. ¿Tienes baterías y tarjetas de memoria extra?, pues ya sabes. No queremos que la jornada acabe antes de tiempo o que por falta de batería o memoria te quedes sin tu foto.
Aquí sí que te aconsejaría más si cabe, que llevaras agua y comida (no sabes cuantas horas vas a pasar ahí metido) y, dependiendo de la época del año, ropa de abrigo y demás.
Y hasta aquí el artículo de hoy. ¿Qué te ha parecido? ¿Has practicado alguna de estas modalidades? Deja en los comentarios tus experiencias.
Hasta pronto y ¡NOS VEMOS EN LA NATURALEZA!
Ilde Mendoza.
Creador de NaturFotoSport.
Padre, Fotógrafo y Viajero.